En este artículo haré un breve recorrido por la gran variedad de soportes, formas y tamaños en los que se ha venido representando el mundo a lo largo de los últimos siglos. La extensa y compleja tipología existente sobre materiales cartográficos nos permite analizar además, los problemas que plantean para su almacenamiento, manipulación y difusión.

Estos tres puntos almacenamiento, manipulación y difusión, son la base de este artículo.

El mapa es una forma geográfica de representar la Tierra o parte de ella en una superficie plana, a él acudimos para buscar, localizar, orientarnos, etc., sin embargo, el mapa es mucho más que eso, es un documento histórico de gran relevancia, que nos da información de carácter social, económico, político, religioso, etc.

El mapa está en el principio y en el fin de muchos proyectos a lo largo de la historia, por eso hay que valorarlo como tal, dándole importancia por sí solo y considerándolo un documento digno de investigación en sí mismo y como complemento de otras materias, importante en cualquier investigación y que está en el origen de cualquier cartoteca.

Descubrimos aquí la doble naturaleza del mapa, resumida en dos conceptos representar y reflejar, representar el Mundo (entendido como espacio geográfico) y reflejar el mundo (entendido como ámbito cultural, social, económico…).

Los mapas se convierten en verdaderos instrumentos de investigación ampliando su uso, más allá de lo político y militar, en campos como la educación, el turismo, la investigación, etc.

La documentación cartográfica abarca un amplio abanico de posibilidades que va desde la simple búsqueda de un lugar geográfico a complejos proyectos de investigación, pasando por exposiciones, publicaciones, publicidad, material escolar, etc.

Todo ello supone un replanteamiento de las colecciones en las bibliotecas e instituciones culturales para incluir entre sus fondos una selección de documentos cartográficos que puedan ir adaptándose a cada institución; asimismo cada entidad con obra cartográfica adoptará las medidas oportunas para facilitar su difusión, sin olvidar que un documento cartográfico puede ser una sencilla hoja con un mapa y puede llegar a ser una obra de arte.

Teniendo en cuenta la variedad de cartotecas y de documentos cartográficos que puede haber y que veremos a continuación, cada una responderá a unas características especiales, si bien, todas han de tener un objetivo común la difusión del patrimonio documental.

1. Tipología del material cartográfico

Cuando hablamos de material cartográfico la primera imagen que nos viene a la cabeza es un mapa en hoja suelta, de fácil manipulación, se dobla, se extiende, se gira, se puede utilizar en cualquier momento, se puede guardar en cualquier sitio. Si bien esta primera imagen es realmente cierta, constituye actualmente, solo una parte del material cartográfico.

La representación del mundo ha quedado reflejada en gran variedad de soportes a lo largo de los siglos teniendo preponderancia unos soportes sobre otros según el periodo histórico, ahora bien se puede decir, que el destinatario, la finalidad, las técnicas empleadas para la realización de mapas en cada momento, las nuevas tecnologías, etc. ha estado unido a la manera de reflejar el mundo.

Así, nos encontramos con mapas en hoja suelta, que aunque parezca lo más sencillo, pronto nos damos cuenta que incluso una hoja de un mapa puede alcanzar una gran complejidad presentándose:

  • Variedad de tamaños y formas (pequeños, grandes, circulares, rectangulares, en rollo, etc.),
  • Diversidad de materiales (pergamino, papel, textil, plástico, etc.), 
  • Impresión en varias hojas, 
  • Mapas en relieve, mapas murales, etc.

La unión de hojas de mapas dio origen en el siglo XVI a los “atlas”, libros de mapas que ya constituyen otra tipología, otro soporte en el que representar el mundo que también puede complicarse dando lugar a variedad de tamaños, cantidad de volúmenes, diversidad de materiales, riqueza temática, etc.

Los globos (celeste, terrestre, esfera armilar) constituyen modelos a escala tridimensional de la Tierra, cualquier otro cuerpo celeste o el Universo, si bien ya existieron en la antigüedad, el más antiguo que se conserva actualmente data de 1492.

Tuvieron gran importancia y un gran desarrollo a partir del siglo XVI, una forma fácil de representar el mundo, más comprensible, sin complicadas proyecciones pero muy poco práctico en su uso y difícil de transportar, eso sí verdaderas obras de arte dotadas de una gran belleza y un notable simbolismo. El globo o esfera armilar constituye un documento cartográfico muy delicado a la hora de manipularlo, almacenarlo y conservarlo.

Son importantes también los instrumentos cartográficos, tanto los antiguos como los modernos, que van haciendo historia: compás, cuadrante, brújula, astrolabio, ballestilla, teodolitos, etc., utensilios que fueron y son importantes en la construcción de mapas y que se conservan, principalmente en Museos.

Adentrándonos en el siglo XX encontramos soportes y formas de hacer cartografía muy diferente a la que se aprecia en épocas anteriores, participamos de un mundo dominado desde hace pocos años por las nuevas tecnologías y nuevas técnicas cartográficas hablamos de la cartografía digital, cartografía en CD-ROM, cartografía en línea, Sistemas de Información Geográfica… soportes diferentes que exigen a su vez, equipos para que se puedan utilizar y visualizar, equipos que requieren actualizaciones constantes.

Otros soportes con los que nos podemos encontrar y que requieren tratamientos distintos son: las maquetas cartográficas, folletos desplegables, mapas desplegables con callejero o memoria, tarjetas postales, puzles, calendarios, carteles…

Y además, no todas las instituciones con cartografía poseen la misma tipología, la variedad y la homogeneidad del material nos permite la colaboración y participación en proyectos comunes.

La variedad tipológica del material cartográfico va a determinar la forma de almacenamiento, conservación, manipulación y difusión de la colección.

2. Almacenamiento y conservación del material cartográfico

Los materiales cartográficos requieren una serie de procedimientos especiales encaminados a la conservación del material con un doble fin, preservar el Patrimomio documental español y facilitar su consulta y difusión.

Este tipo de procedimeintos varía en función de la política de conservación de cada institución, es decir, no todas las instituciones tienen entre sus funciones la conservación permanente de la colección. Si bien, todas ellas deben contemplar una serie de pautas para su manipulación y almacenamiento.

Ahora analizaremos el material cartográfico dentro de una biblioteca que tenga entre sus funciones la conservación “permanente” de la colección, que contiene gran variedad de material de este tipo incluyendo piezas valiosas.

Teniendo en cuenta la diversidad de soportes, la complejidad y variedad del material cartográfico que hemos mencionado anteriormente, se llevará a cabo un almacenamiento y manipulación acorde con las características propias del material. Para ello, y con vistas a una buena conservación, consideraremos el almacenamiento por un lado, y la manipulación por otro; y todo ello contando con un elemento fundamental “el personal” vinculado con este material (tanto el usuario como el profesional).

En relación con el almacenamiento podemos hablar de instalaciones, equipamiento, depósitos, etc., todo ello con un factor común de temperatura y humedad constante y un control de la luz y del aire.

Los principales problemas de almacenamiento se derivan de la complejidad que muestra este material:

– Grandes tamaños y variedad de formas
– Variedad y fragilidad de soportes

Entre los mapas de grandes tamaños y variedad de formas nos encontramos con mapas murales, mapas en relieve, enrollados, plegados, etc.

Entre la variedad y fragilidad de soportes nos encontramos con maquetas, globos, mapas impresos en seda, pergamino, mapas en papel vegetal, etc.

Es complicado colocar la colección cartográfica en un mismo lugar, pero para ello contamos con mobiliario adaptado a cada forma y a cada material:

  • Muebles verticales, los mapas se guardan en posición vertical sujetos al mueble o mediante carpetas colgantes donde se insertan los mapas. Son muebles de manipulación complicada para volúmenes pequeños de mapas, un exceso supone su deterioro.
  • Muebles horizontales (planeros), los mapas se guardan unos sobre otros y se pueden separar por material de conservación (carpetillas, fundas). Son muebles de fácil manipulación para incluir un volumen pequeño de mapas que facilite su manejo.
  • Estanterías aptas para libros, dispondrán de baldas que se van adaptando al tamaño de los libros, la posición horizontal es la idónea para los libros de gran volumen.
  • Rollos existen mapas, que dado su tamaño han de guardarse en rollo sobre sí mismos, bien sobre su propio eje o bien dentro de un tubo/caja.
  • Vitrinas, sirven para guardar principalmente los globos e instrumentos cartográficos, de esta manera se facilita su almacenamiento y su conservación.
  • Sistemas de archivo rotativo vertical, son muebles de gran tamaño y gran capacidad de almacenamiento, formado por gavetas que se van rellenando con el material, mediante un dispositivo se accede a la gaveta que se quiera seleccionar. Se puede utiliza para CDs, microfilms, diapositivas, tarjetas postales.

Asimismo cada documento, por sus características y condiciones, puede protegerse de forma individual con material de conservación:

  • Fundas de poliéster
  • Entelado
  • Cajas de conservación
  • Carpetillas
  • Tubos
  • Tisú
  • Marcos adaptados

Este material protege el documento facilitando su manipulación y conservación.

3. Manipulación y conservación del material cartográfico

La manipulación comprende una serie de tareas que afectan, en gran medida, a la buena conservación del material, intervienen tres elementos fundamentales, el mobiliario de consulta, el mobiliario para el transporte del material y el personal.

3.1 Mobiliario de consulta
Es necesario contar con mobiliario adecuado para la consulta en Sala, debido al gran tamaño de muchos mapas habrá que habilitar mesas amplias y suministrar al investigador todo aquel material necesario que reduzca los riesgos para las obras.

Así contamos con:

  • Mobiliario de consulta adaptado al material y utensilios para su uso
  • Mesas de consulta
  • Lápices
  • Guantes
  • Lupas
  • Ordenadores (para ver obras digitalizadas y para descarga de CDs)

3.2 Mobiliario para el transporte del material
Además, en el traslado de las obras desde los depósitos hasta la Sala de consulta también contaremos con mobiliario y material especial.

Transporte del material

  • Carpetas
  • Carros para transporte de carpetas
  • Carros (libros)
  • Gavetas (transporte CDs o tarjetas postales)
  • Carro móvil (facilitar la manipulación)

3.3 Personal
Asimismo, quizás el elemento más importante en la manipulación y conservación de material cartográfico es “el personal” directamente relacionado con él, el que utiliza y transporta el material cartográfico, aquella persona que tiene que conocer y estar familiarizado con el valor de lo que tiene entre sus manos. Personal, referido tanto al profesional como al usuario.

Las personas que ponemos a disposición del usuario las obras para su difusión tenemos que estar concienciados con lo que estamos difundiendo, es decir, un material delicado y especial, y también es importante el usuario que va a utilizar el material. Es cierto que muchas veces conoce lo que investiga y su valor, pero en ocasiones, necesita normas de actuación y cursos de “Formación de usuarios” por no estar a la altura del fondo que investiga.

Si bien, hay que tener muy presente la manipulación y conservación de estos materiales, no hay que olvidar la finalidad principal: la difusión de la información que contienen.

Para evitar una manipulación excesiva y el deterioro del material y con vistas a su mejor conservación es importante la elaboración de una política de reproducción de la colección a través de la digitalización, cualquier otro método de reproducción ha quedado obsoleto.

Así, buscaremos encontrar el equilibrio entre el acceso a la información y su conservación.

Actualmente, la digitalización se sitúa entre la conservación y la difusión: menor manipulación, mayor difusión, grandes son las ventajas de la digitalización: facilidad de consulta a distancia, facilidad de uso y de visualización, reducido deterioro de la colección, etc. y también algún problema, quizás el más importante el de los “derechos de autor”… pero este tema es para otro artículo.

4. Difusión del material cartográfico

Para difundir el material cartográfico existen una serie de medios que se han ido acrecentando en los últimos años gracias al empuje de las nuevas tecnologías.

Hasta hace pocos años las posibilidades de difundir el material cartográfico se reducían a una sala de investigadores con ficheros de madera manuales donde acudían los usuarios en busca de información, su objetivo era ver los originales, algo que no siempre se conseguía, sobre todo en material antiguo, al mismo tiempo existían reproducciones de mapas o libros que se podían ver a través de lectores de microfilms o diapositivas y también la posibilidad de llevarse esa reproducción a su casa en soporte fotográfico o diapositiva….

Aunque todo esto parezca lejano, ha sido la principal forma de difusión hasta hace muy poco. Actualmente, la política de digitalización de las instituciones ha permitido el acercamiento y conocimiento de este fondo hasta límites insospechados, y no solo la digitalización, las nuevas formas de comunicación junto con las nuevas tecnologías están ayudando a ese conocimiento.

La sala de investigadores sigue existiendo como principal centro de difusión de la cultura con grandes cambios para adaptarse a las nuevas formas de comunicación y difusión… y además, a lo largo de estos últimos años, se ha abierto un abanico de posibilidades que suponen una aproximación, conocimiento y difusión del fondo cartográfico en los diferentes centros.

Exponemos algunos de estos medios, principalmente utilizados en la Biblioteca Nacional de España y que son comunes a muchas instituciones:

4.1 Sala de investigadores
La existencia de una Sala de consulta e investigación es la forma más directa de utilización de los fondos cartográficos, permite el acceso y una relación más personalizada con el bibliotecario. Para ello contamos:

– Consulta de documentos en Sala (original o reproducción)

– Posibilidad de reproducción en distintos soportes y formatos

4.2 Información sobre los fondos
La búsqueda de información permite al usuario avanzar en sus investigaciones, para ello contamos con:

4.2.1 Acceso a la información de forma directa
– La llamada de teléfono, el correo electrónico permiten un contacto con el bibliotecario y una respuesta relativamente rápida.

4.2.2 Acceso a la información de forma indirecta
Son accesos a información a través de un buzón de preguntas, alojado en una página web institucional, en este caso de la BNE:

info@cartografia (buzón directo a cartografía).
– Question Point (aplicación con un administrador que deriva las consultas según la tipología a través de un formulario).

4.3 Página web de la institución
La página web de cualquier institución ofrece al usuario muchas oportunidades:

  • Catálogo en línea (Opac): búsqueda de información por tipología documental.
  • Catálogos digitalizados: reúne algunos catálogos bibliográficos de los fondos de la BNE, así como otros catálogos externos a la Biblioteca. 
  • Bibliografía en línea: es una bibliografía anual de cartografía que se pone en línea en la página web.
  • Biblioteca Digital Hispánica (BNE): la BDH es la “Biblioteca digital” de la Biblioteca Nacional de España. Proporciona acceso libre y gratuito a miles de documentos digitalizados, entre los que se encuentra una buena parte del fondo cartográfico de los siglos XVI al XIX. Con ella se consigue difundir el Patrimonio cultural español al mismo tiempo que se protege.

4.4 Presentación de los fondos
Existen muchas maneras de dar a conocer los fondos de una institución. La presentación de los fondos supone la apertura de un organismo al público mostrando el patrimonio que conserva; en muchas ocasiones esta apertura al público supone la llegada de nuevos investigadores. Algunos ejemplos son:

  • Jornada de Puertas abiertas: un día al año abrir las puertas de la institución para que el público conozca la sede y los fondos que en ella se conservan.
  • Una cita en la Biblioteca Nacional de España: la oportunidad que ofrece un bibliotecario experto en exponer su trabajo y los fondos que estudia y manipula. 
  • Museo de la BNE, pieza del mes: evento que muestra una obra de la colección y permite su explicación con un especialista en la materia.
  • Visitas: constituyen una manera de dar a conocer el fondo, de forma personalizada, a un grupo interesado.
  • Exposiciones: supone la posibilidad de difundir el fondo más allá de sus puertas mediante el préstamo de determinadas piezas de la colección.

4.5 Cursos, Jornadas, Seminarios sobre cartografía
Este tipo de eventos permiten un acercamiento al aspecto teórico de la cartografía e indirectamente una toma de contacto con fondos institucionales. Asimismo, permite la comunicación y la colaboración entre los profesionales.

4.6 Formación de usuarios
Son cursos rápidos ofrecidos por profesionales para enseñar a los usuarios a utilizar las herramientas que ofrece la institución iniciando, de esta manera, un acercamiento a sus colecciones.

4.7 Venta de cartografía – Colaboración con la Tienda de la institución
Aunque parezca secundario es importante contar con una tienda que ofrezca productos y publicaciones relacionados con los fondos cartográficos de la propia institución.

– Venta de mapas
– Publicaciones (catálogos de exposiciones, obras relacionadas, etc.)
– Revistas
– Otros productos (libretas, puzles, tazas, marcapáginas, etc.)

4.8 Nuevos canales de difusión
Las redes sociales han conseguido en pocos años convertirse en un fenómeno global, equiparable a la aparición de la imprenta, la difusión de la información adquiere con ellas fines sorprendentes.

Los fondos cartográficos de la BNE están presentes en muchas de estas redes: Facebook, Twitter, Slideshare, etc. de la siguiente manera:

– Curiosidades sobre la BNE en Facebook
– Presentaciones de la BNE en Slide share
– Vídeos de la BNE en Youtube
– Post de especialistas en Blog de la BNE

– Imágenes de la BNE en Flickr
– Últimas noticias de la BNE en Twitter
– Instagram, un día fotografiando la BNE

Es importante implicarse en estas redes de divulgación ya que impulsan la comunicación bidireccional con los usuarios y facilitan la difusión de la información y de las actividades de la institución. Cualquier biblioteca o cartoteca puede extenderse de esta manera ofreciendo miles de posibilidades de hacer llegar la colección a personas que quizás nunca hubieran podido llegar a conocerla ni acceder a ella.

El gran desarrollo de la cartografía digital, las actuales técnicas de digitalización y sobre todo las nuevas herramientas de difusión, entre las que se incluyen todas las redes sociales, serán claves en el desarrollo de la nueva Ley del Mecenazgo que pronto asumirá la BNE (y que ya tienen otras instituciones).

Gracias a la Ley del Mecenazgo, la BNE ideará un programa de “micromecenazgo” que supondrá la participación económica voluntaria de la gente en la mejora y desarrollo cultural de la BNE.

La participación de la BNE en todos los canales de difusión relacionados anteriormente ha proporcionado gran cantidad de seguidores y de amantes de la BNE. Esto será un punto de partida, y seguro que muchos de ellos estarán dispuestos a contribuir en la adquisición total o parcial de una obra, en su restauración o en cualquier actividad cultural que desarrolle.

4.9 Colaboración entre instituciones
La colaboración entre instituciones abre muchas puertas, no solo en su propio beneficio sino también, en beneficio de los usuarios, permitiendo una difusión de la información en dos direcciones.

La BNE colabora con muchas instituciones destacando, entre otras, la colaboración con el Instituto Geográfico Nacional en un proyecto que supone la visualización, a través del catálogo en línea de la BNE, de las imágenes de las hojas del Mapa Topográfico Nacional del I.G.N. enlazadas a los registros bibliográficos realizados en el Servicio de Cartografía de la BNE.

Este tipo de colaboración es importante ya que el inconveniente de la digitalización son los derechos de autor, en este tipo de colaboración conseguimos ver las imágenes digitalizadas sin preocuparnos por los derechos.

La Fundación de Amigos de la BNE también colabora con la BNE en la difusión y patrocinio de muchas de las actividades de esta.

Conclusión

Para finalizar, y a modo de conclusión, solo decir que la cartografía, las bibliotecas, las cartotecas han cambiado de una forma espectacular; no solo ha cambiado la forma de representar el mundo, de hacer cartografía, sino también la forma de difundirla. Ahora bien, todas estas formas de difusión, de las que he hablado a lo largo del artículo, no serían posibles si un equipo de profesionales que está detrás, haciendo que cada obra sea descrita con gran precisión para ponerla a disposición del público en el menor tiempo posible.

Todavía veremos grandes transformaciones en muchos sentidos… y todas estas transformaciones supondrán una adaptación, adaptación por parte del bibliotecario y del usuario… buscando ante todo la participación y la colaboración en este mundo global, actualmente caracterizado por las restricciones económicas.

Bibliografía

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