El Estado Mayor del Ejército soviético crea una serie de planos urbanos, dentro de la cartografía militar de los territorios extranjeros, a escala de 1:10.000 (y con menos frecuencia a 1:5.000, 1:15.000 y 1:25.000). Se tiene constancia de 2.133 planos de población, de los que 49 son de ciudades españolas, algunos tienen hasta dos ediciones (como las ciudades de Barcelona, Cádiz, Jerez, León, Murcia, Sabadell, Santander, Valladolid y Vigo). Los planos más antiguos que se conservan de esta serie datan de 1944 y son de las ciudades de Iran: Sarí (costa meridional del Mar Caspio), Semnán (a 216 kilómetros al este de Teherán) y Shahrud (o Shārūd a unos 110 Km del Mar Caspio) y los últimos son de algunos años después de la disolución de la URSS (26 de diciembre de 1991). El primero de la ciudades españolas es el de Algeciras que se levanta en 1971 y los últimos son las segundas ediciones de Barcelona, Cádiz, Jerez de la Frontera, Murcia y Sabadell editados en 1991. No cabe duda que esta cartografía militar es una de las consecuencias de la Guerra Fría y del desarrollo y expansión mundial de la potencia militar de la URSS. No sorprende tanto el potencial del servicio cartográfico del ejército soviético y su cobertura mundial, equivalente al de los Estados Unidos de América, sino la calidad y la precisión de sus mapas y más concretamente la de los planos urbanos, escalas de detalle muy exigentes en su elaboración.
No somos los primeros en ocuparnos de estudiar estos mapas y planos, hemos localizado algunos trabajos aunque son escasos. Greg Miller (periodista científico de Portland, Oregón, Martin Davis (Canterbury Christ Church University, John Davies (un informático británico jubilado que junto al catedrático de Geografía Alexandre J. Kent (Canterbury Christ Church University) y David Watt (cartotecario en 1993 de la Biblioteca del Ministerio de Defensa Británico), han estudiado los mapas soviéticos durante una década con detenimiento y a mucho detalle, cuyo trabajo está recogido en un libro, que no ha visto la luz hasta la fecha, un poster en el ICA (International Cartographic Association) Hot Geospatial Intelligence from a Cold War. The Soviet Military Mapping of Towns and Cities y en la entrevista Greg Miller para revista digital WIRED titulado Inside the Secret World of Russia’s Cold War Mapmakers (julio de 2015). Otro artículo que se va a utilizar para esta ponencia es el de la revista Space Chronicle: JBIS, Vol. 66, Suppl. 1, pp. 1-19, 2013: Building a Rocket Base in the Taiga: The Early Years of the Plesetsk Launch Site (1955-1969) – Part 2, probablemente de los primeros trabajos sobre las plataformas de lanzamiento de los satélites rusos de observación. Se ha solicitado bibliografía directamente a compañeros rusos del mundo de las cartotecas de los que no se ha tenido respuesta hasta la fecha. En cambio, hay numerosos inventarios de cartografía soviética tanto del territorio de la URSS como del exterior. Otra publicación directamente relacionada es el Technical Manual 30-548. Soviet Topographic Map Symbols / Headquarters, Department of The Army. Washington 25, D.C., 12 June 1958. Por último, para descifrar los mapas he contado con la ayuda del topógrafo Anatoli Silva Vega, ruso de padre español formado profesionalmente en la antigua URSS, pero que lleva muchos años en España trabajando en empresas de cartografía.
Esta ponencia pretende dar a conocer estos mapas, cómo han llegado al mundo occidental, cuáles son sus cualidades cartográficas, informativas y estéticas, plantear interrogantes y formular hipótesis, más que explicar de cómo se llegaron hacer estas “herramientas para la guerra” pero a la vez “joyas” de la cartografía impresa que, probablemente, son de las últimas antes de la llegada de la era digital.
La cartografía militar europea durante la Segunda Guerra Mundial
Cuando concluye en Europa la Segunda Guerra Mundial se da la paradoja de que Estados Unidos y el Reino Unido se hacen de una cartografía moderna de las repúblicas comunistas de las que aún no disponía ni la propia Unión Soviética. Esto sucede porque, mientras que Josip Vissarianovich Stalin anunciaba el 2 de mayo la conquista de Berlín (tras el suicidio de Adolf Hitler el 30 de abril de 1945 en el búnker de la Cancillería), los norteamericanos y británicos llegaron primero a otros centros e instituciones vitales del Estado Mayor alemán como el servicio de cartografía militar (Deutsche Heereskarte) donde se hicieron con la cartografía levantada por el potente servicio cartográfico del Tercer Reich, miles de hojas impresas de todos los países europeos, parte de Asia y África.
A comienzos del siglo XX, pocos países europeos tenían concluidos sus mapas topográficos nacionales o una cartografía militar de más detalle y de cobertura nacional. El periodo de entreguerras y durante la Segunda Guerra Mundial se impulsó de un modo decisivo la producción cartográfica en Europa. Junto a los mapas asociados al conocimiento del territorio, a los recursos naturales, al catastro, o la ordenación y planificación urbana y territorial, se incrementa y diversifica la cartografía asociada al interés geopolítico de las potencias militares, al conocimiento de los territorios geoestratégicos y a su control militar. A la cartografía topográfica se le exige la máxima precisión y la mejor calidad de reproducción. Las potencias militares se lanzan a levantar mapas de países extranjeros, otros como la Unión Soviética no lo hará sistemáticamente hasta la después de la Guerra.
Así el ejército alemán elabora en cinco años (1940-1944) Spanien 1:50.000 Deutsche HeeresKarte, el mapa alemán que conocemos en la actualidad, y que se basó en la cartografía española existente, como el MTN 1:50.000 además del Mapa Militar Itinerario 1:200.000 y el Mapa Militar de España 1:100.000 entre otros; información que recogida en cada una de las hojas. Ya en 1936 los alemanes debía disponer de ese fondo cartográfico, cuando le envían una copia del MTN 1:50.000 al ejército rebelde del general Franco que sólo disponía de la Guía Michelín para mover el ejército sublevado por el territorio español.
El ejército americano, a su vez, elabora las primeras ediciones del”Spain 1:50.000 Army Map Service: Series M781-M787” y en tres años (1942-1944) levanta dos ediciones, una es copia del MTN50 retintada, y otra es de nueva elaboración actualizada mediante algunos vuelos. A comienzos de la Segunda Guerra Mundial la institución militar productora de cartografía de los Estados Unidos era Engineer Reproduction Plant y estaba dotada con una plantilla fija de 100 empleados civiles dirigidos por tres oficiales del Cuerpo de Ingenieros. Tras el bombardeo de Pearl Harbor (7 diciembre de 1941), se reorganizó el servicio cartográfico que pasó a denominarse Army Map Service, ampliando notablemente su capacidad con más de tres mil empleados y estando plenamente operativo a finales de 1942 (Urteaga y Nadal, 2001).
Junto a la cartografía topográfica se editan guías con mapas de carretera (generalmente de escala entre 400.000 y 1 millón) y planos urbanos, de escala comprendida entre 1:5.000 y 1:15.000. Son planos sencillos basados en otros preexistentes de cada ciudad, el relieve se representa a lo sumo con normales o sombreado pero no tienen puntos acotados ni curvas de nivel, con un sucinto callejero, carreteras y caminos de acceso a la ciudad, tienen un aspecto más próximo a “planos turísticos”, sólo cuentan con simples sistemas de coordenadas que se superponen al plano original que sirve de referencia geográfica a algunos objetivos de interés militar: centrales eléctricas, depósitos de carbón y combustibles líquidos, centrales de telégrafo y telefónicas o fábricas de gas (se han localizado 11 ciudades andaluzas en AMS USA). La parte literaria de la guía, describe la ciudad, añaden un pequeño reportaje fotográfico con perspectivas urbanas, fachadas de edificios singulares e incluso espacios públicos con ciudadanos. He manejado los dos tomos de las alemanas (el segundo contiene los mapas y planos). De las del Army Map Service sólo conozco los planos de ciudades y el mapa de carreteras pero no he conseguido guía.
Después de la muerte de Stalin en 1953, el ejército soviético, que había concentrado sus trabajos cartográficos en el territorio soviético, comienza a levantar la cartografía de las regiones cercanas como los Balcanes y Europa del Este. Nick Baron, un historiador de la Universidad de Nottingham, escribe que el sucesor de Stalin, Nikita Jruschov, vio un oportunidad para la expansión del comunismo en un momento en que las antiguas colonias europeas se fueron independizando rápidamente. Es en ese momento cuando se plantea la necesidad de levantar la cartografía extranjera, incluyendo el envío de sus cartógrafos para llevar a cabo sus propias encuestas en muchos de estos países y en el resto del mundo.
A la cartografía mundial se le asignaron tres escalas, de las que la más detallada iba a ser la 1:200.000, para mapas regionales1. No obstante se hicieron mapas mucho más detallados, así se asigna a toda Europa, a casi toda Asia, a parte de América del Norte y norte de África las escalas 1:100.000 y 1:50.000. La totalidad de la antigua Unión Soviética y Europa del Este se levantó a 1:25.000. Por último, como ha quedado dicho, se levantaron planos de ciudades rusa y de Europa a escala 1:10.000 y 5.000, y a 1:25.000, sobre todo, para el resto de las ciudades extranjeras. Watt estima que los cartógrafos militares soviéticos produjeron unas 440.000 hojas de planos urbanos.
Los planos soviético, en la Guerra Fría, vienen a cumplir, en un principio, una función similar a las guías anteriores en la Segunda Guerra Mundial, pero sus diferencias los sitúan en otra dimensión cartográfica, por el rigor de su levantamiento, la precisión topográfica de sus datos, la calidad de edición y la homogeneidad representativa de la serie (al menos de los que conocemos). La información sobre la ciudad se completa con una extensa explicación. Es una cartografía moderna que se asemejan más al Plano Director de la Cartografía Militar de España 1:10.000 (Sevilla 1961) o los de la Serie 2V de la Cartografía Militar Española (Sevilla 1980), que a cualquier otro mapa anterior de plazas fortificadas.
Conocimiento y difusión de la cartografía soviética en occidente
Greg Miller nos narra la salida de los primeros mapas soviéticos como si fuera una escena de las mejores películas de espionaje: “Un helicóptero militar estaba en el suelo cuando Russell Guy llegó a la pista de aterrizaje cerca de Tallin, Estonia, con un maletín lleno de $ 250.000 en efectivo. El lugar le hacía sentirse incómodo. No parecía exactamente una base militar, pero había hombres alrededor con armas de fuego que parecían soldados. Era el año 1989, la Unión Soviética se caía a pedazos, y algunos de sus oficiales militares estaban ocupados vendiendo las piezas. En el momento que llegó a la pista de aterrizaje, la mayor parte de los bultos se habían descargado desde el helicóptero y cuando terminaron se esfumó. Sólo quedaron unas cajas sobre la pista que cuando las abrieron para inspeccionarlas se desprendió un fuerte olor a pino. Era una caja dentro de otra, y el espacio de entre medio estaba lleno de agujas de enebro. Habían pensado disfrazar el olor, para que los perros detectores de drogas no olfatearan nada sospechoso. En el interior de las cajas había mapas, miles de hojas en las que figuraba impresa en rojo (en la esquina superior derecha) la palabra en ruso секрет, Secreto” (Miller, G. 2015).
Miller cuenta que la Compañía de Russel Guy, OMNIMAP, fue uno de los primeros en importar mapas militares soviéticos a Occidente (además de las escalas urbanas citadas, los mapas generales de pequeñas escalas y otros de escalas medianas y territoriales de 1 millón, 500.000, 200.000, 100.000, 50.000 y 25.000) : “Supongo que compramos un millón de hojas”, dice Guy. “Tal vez más”, lo que permitió que llegaran cajones llenos de mapas soviéticos de la Guerra Fría a bibliotecas universitarias como las de Stanford, Oxford o la de Texas en Austin. Pero Miller comenta que lamentablemente allí han languidecido en la oscuridad que muy pocos académicos los han visto y menos los han llegado a estudiar. Otros distribuidores de mapas aprovecharon esta iniciativa y compraron mapas por toneladas para luego venderlos, no como documentos secretos, sino como información territorial y topográfica para empresa como las de telecomunicaciones, que requería de una cartografía precisa para extender sus redes por países asiáticos o africanos.
Los dos investigadores que más conocen la cartografía soviética y más han escrito sobre ella son los británicos John Davies, informático jubilado, y, el cartotecario del Ministerio de Defensa, David Watt que independientemente habían contactado con una tienda de mapas en el centro de Riga, Letonia, regentada por Aivars Beldavs, militar soviético retirado. Beldavs abrió la tienda Jana Seta en 1994, unos pocos años antes, los cartógrafos militares de Letonia habían acordado una oferta económica para que se quedara con un volumen muy importante de mapas soviéticos que debían ser destruidos. John Davies conoció la tienda en el año 2000 en un viaje de trabajo a Riga, y Watt, a su vez, a través de un folleto que encontró en una conferencia de cartografía en Colonia, Alemania, en 1993. Watt, acto seguido, hizo un pedido que recibió sin tardanza en un paquete unas semanas más tarde, dentro encontró los mapas que había pedido y algunos más que le había añadido Beldavs. En los próximos años, Watt estudió minuciosamente estos mapas y otros procedentes de diferentes distribuidores.
La Cartoteca del IECA, tuve noticias de los mapas soviéticos en torno a 1998 gracias al entonces Institut Cartogràfic de Catalunya, actual Institut Cartogràfic y Geològic de Catalunya, Carme Montaner nos comentó que habían adquirido a través de uno de sus distribuidores un lote de mapas y planos militares impresos de la extinta Unión Soviética entre los que se encontraban planos de ciudades andaluzas y mapas a distintas escalas y con distinta cobertura de Andalucía. Pero el ICGC no los cuelga en su página de internet hasta 2014, cuando tiene claro el tema de los derechos de reproducción, dado que la Unión Soviética había desaparecido y estos mapas se vendían libremente en algunas universidades de Estados Unidos, como la biblioteca Perry Castañeda de la Universidad de Texas, en Austin (EEUU), biblioteca de la Universidad de Stanford o en la tienda de mapas East View Geospatial. En aquellos momentos muchas cartotecas compraron estos fondos pero desconozco si hay otras más en España que los tengan. La página del ICGC sólo tiene disponible los planos urbanos, esperamos que pronto incorporen el resto.
Andalucía en la cartografía soviética
Andalucía está cubierta por las escalas 1:1.000.000, 1:500.000, 1:200.000 y 1:100.000 de la cartografía soviética, además se editaron en 1989 cinco hojas a escala 1:50.000 de la mitad meridional de la provincia de Almería. De la cartografía urbana disponemos de once hojas: Algeciras (Cádiz), Cádiz, Gibraltar[-La Línea], Granada, Jerez de la Frontera, Málaga, San Fernando (Cádiz) y Sevilla (procedentes del ICGC), Córdoba y la segunda edición de Cádiz y de Jerez de la Frontera (que las ha adquirido el IECA en East View Geospatial). Nuestro trabajo sobre la cartografía soviética se ha centrado en la urbana de las ciudades andaluzas, y en realidad se trata más de un estudio de aproximación a estos mapas que un de análisis en profundidad.
Como ha quedado dicho, este proyecto cartográfico soviético responde a una necesidades geoestratégicas motivadas por la Guerra Fría, en la que Andalucía, por su posición entre dos mares y continentes, vuelve a jugar un importante papel estratégico, que se acusa en la segunda mitad del siglo XX con la polarización del mundo en dos potencias hegemónicas: la URSS y los Estados Unidos y en la que -por las bases americanas- ocupaba un importante papel en el sistema defensivo-ofensivo de Occidente (Fajardo, A. 2016). Todo esto explica el interés soviético en tener la máxima información posible sobre el territorio y las ciudades andaluzas.
El pensamiento estratégico del Pentágono a partir de 1950 era que la Península Ibérica podía ser, por su posición geográfica, el último reducto de defensa en Europa Occidental y que las bases aéreas y navales en España eran fundamentales para completar su periferia defensiva. En 1953 se firman los Pactos de Madrid, acuerdo hispano-norteamericano de defensa, por el que se iban a instalar en Andalucía algunas de las principales infraestructuras y donde se iba a concentrar el mayor número de las bases previstas. En aquel momento la principal arma estratégica eran los bombarderos de largo alcance, los B-47, que necesitaban bases para estacionarse, repostar o hacer escalas. Este ambicioso plan fue frenado ya en 1956 por la aparición de medios más modernos: una nueva generación de vehículos portadores de bombas atómicas y de hidrógeno, que hicieron que a finales de la década de los 50 las bases aéreas perdieran interés, por lo que solo fueron construida en Andalucía dos de las seis bases previstas (10 en España)
La revisión de los convenios en 1963 se hizo en un momento en el que los EEUU habían perdido las bases que poseía en Marruecos esenciales en su estrategia de cerco a la Unión Soviética. En esta década Rota se convierte en pieza fundamental como base de submarinos de propulsión nuclear dotado con misiles Polaris, una de las pocas bases de todo el mundo que acogía a estas naves, lo que fue posible por la ampliación del puerto autorizada en la revisión de los convenios, junto con la dotación de las instalaciones de comunicación desmanteladas en Marruecos. Era la base de apoyo fundamental de la VI Flota para mantener el aparato disuasorio en los teatros europeo, africano y de medio oriente. A ésta había que unir el papel de Morón como base de aprovisionamiento de otro de los pilares de la triada estratégica: los B-52, bombarderos capaces de aprovisionarse de combustible en vuelo.
A finales de los sesenta el papel de las instalaciones americanas había cambiado: Rota seguía siendo la pieza fundamental y fue necesario aumentar su capacidad disuasoria creciendo la dotación de submarinos de nueve a trece. La pérdida de las bases en Marruecos y Libia, la inestabilidad de Italia, Portugal o Grecia y el creciente despliegue de la escuadra soviética en el Mediterráneo hacía imprescindibles las bases españolas, pese a las crecientes peticiones españolas de reducir las bases o de trasladar la de Torrejón, pero la renovación de los acuerdos se zanjó con la puesta en reserva de la base de Morón en el convenio de 1970.
Para la renovación del convenio, firmado en enero de 1976, los negociadores españoles consiguieron la retirada de las armas y submarinos nucleares de Rota, iniciando una retirada escalonada que finalizaría el 1 de julio de 1979. Morón permanecería en situación de reserva, pero tan importante como esto fue reducir los niveles de discrecionalidad, explicitar los compromisos y confirmar el control español sobre las bases. La pérdida de la base de los Poseidón no fue un gran sacrificio para los intereses del Pentágono pues la estrategia de disuasión nuclear iba a descansar ahora en los nuevos misiles Trident I, con un radio de acción mucho más amplio, por lo que Rota dejó de ser decisiva en el despliegue nuclear pero seguía siendo un activo imprescindible en caso de guerra convencional.
Cuando se dan los primeros pasos para ingresar en la Alianza Atlántica, en un momento en el que la guerra fría distaba mucho de llegar a su fin, la Unión Soviética se opuso frontalmente a este ingreso e incluso usando la amenaza del riesgo que supondría para las ciudades españolas el convertirse en objetivo de su aparato nuclear. Por su parte La Unión Soviética trabajaba en un ambicioso proyecto de cartografía que a partir de la segunda mitad de los sesenta, del pasado siglo, comienza los recubrimientos de medianas y pequeñas escalas de la Península Ibérica y una cartografía de detalle: los planos urbanos, que llevaban asociados un gran acopio de información de interés militar.
La primera cartografía que se levanta de Andalucía es la de escala 1:100.000 y 1:200.000 del uso 29 (Parte de Andalucía occidental) en 1969 y en 1980-82 respectivamente, entre 1983 y 1986 se editan las hojas del 1:500.000 y 1:1.000.000, mientras que las hojas del uso 30 de la 1:100.000 y 1:200.000 se publican en 1990 y 1991 respectivamente2. Casi a la vez, se inicia la preparación de los primeros planos urbanos que, en España, son los de las ciudades del Estrecho: Algeciras 1971 (1973) y el de Gibraltar-La Línea de la Concepción 1972 (1974)3, en 1975 se editan los de Córdoba, Granada y San Fernando, compilados en 19734, Cádiz, Jerez de la Frontera y Sevilla se preparan en 1975 y editan en 19775, el mapa de Málaga se confecciona en 1976 (1978)6. Entre 1979 y 1990 se edita el resto de la ciudades, de las que tenemos constancia (49) y en 1979 se publica la segunda edición del plano de León, en 1990 la de Santander, y en 1991 las de Vigo, Murcia, Sabadell y Barcelona (esta última a escala 25.000). En Andalucía sólo Cádiz y Jerez de la Frontera tienen una segunda edición actualizadas a 1987 y publicadas en 1991.
La lista más amplia de planos urbanos es la East View Geospatial que tiene un total 2.133 planos, los primeros planos de Europa occidental datan de 1949 y son de dos ciudades austriacas Kufstein y Sankt Polten. En los años cincuenta se levantan fundamentalmente las ciudades del Reino Unido, Francia y Alemania. En 1958 se publica el primer mapa a escala 1:25.000 de tres ciudades de Estados Unidos: Troy, Cohoes, Watervliet, del estado de Nueva York. La producción de planos urbanos se intensifica en los setenta que llegan a suponer más del 47 por ciento del total del listado de Geospatial.
Fuente: East View Geospatial.
Contenido: La información cartográfica de los mapas
La organización de la URSS responsable de la producción del mapa topográfico nacional era La Jefatura o Dirección General de Geodesia y Cartografía” (GUGK), dependiente del Ministerio del Interior (MVD). Esta vasta organización controlaba las labores cartográficas a todo lo largo de la URSS y era la responsable de la producción de toda la cartografía topográfica militar, económica y de uso civil. Además existió La Administración (Jefatura) Topográfico Militar (VTU) dependiente del Estado Mayor General del Ministerio de Defensa que también participaba en la cartografía Soviética, que operaba en estrecha cooperación con GUGK pero que en tiempos de guerra asumía la máxima autoridad. Así se describen las organizaciones cartográficas en el Manual Técnico sobre los mapas topográficos soviéticos publicado en 1958 por La Armada de lo Estados Unidos.
El artículo de Greg Miller nos habla de la excelencia de los mapas soviéticos y de la rápida utilidad que se les dio “Dada la tecnología de la época, los mapas soviéticos son increíblemente precisos. Incluso en la actualidad, el Departamento de Estado (USA) los utiliza (entre otras fuentes) para colocar líneas de límite internacional en los mapas oficiales del gobierno”. Pero continua diciendo que no toda la cartografía que se hizo en URSS por estos dos organismo tenía la misma calidad: “No todos los mapas fueron creados iguales en la URSS. Mientras que los mapas militares eran extremadamente precisos, los mapas disponibles para los ciudadanos comunes eran casi inútiles”. En un notable artículo de 2002 en una revista de cartografía, el cartógrafo ruso eminente historiador de la ciencia, Alexey Postnikov, explica por qué esto era así. “Los mapas a gran escala para los consumidores civiles tuvieron que ser compilado con el mapa de la Unión Soviética 1:2.500.000, con las partes pertinentes ampliadas a la escala necesaria”.
Continúa comentando que los mapas fueron distorsionados deliberadamente con una proyección especial que introduce variaciones aleatorias. “El principal objetivo era aplastar el contenido de los mapas por lo que sería imposible recrear la geografía real de un lugar en el mapa”. Puntos de referencia conocidos como ríos y pueblos fueron representados, pero las coordenadas, direcciones, y las distancias modificadas, por lo que eran inútiles para la navegación o la planificación militar, en caso de caer en manos del enemigo (El cartógrafo que ideó este plan para alterar los mapas fue galardonado con el Premio Estatal por Stalin). Había un tercer tipo de cartografía realizada por el cuerpo de cartografía civil que hizo mapas para los ingenieros y planificadores. Estos mapas eran mucho mejores que los falsos producidos para la población civil; tenían la precisión necesaria para ser utilizados en la construcción de carreteras y otras infraestructuras, pero estaban despojados de cualquier detalle que pudieran ayudar al enemigo.
La cartografía militar soviética consiguió en cambio una gran precisión, y hasta la irrupción de la teledetección fue insustituible para las repúblicas exsoviéticas y para numerosos países de Asia y África que no disponían de otra cartografía. Russell Guy de Omnimap comenta que su empresa era la que más mapas soviéticos vendía en los años 90. Las empresas de telecomunicaciones los compraban para montar las redes de telefonía móvil, para lo que era necesario tener un mapa sobre el que poder calcular la ubicación de las antenas, su cobertura, las zonas de sombra, etc. Entre los compradores de mapas soviéticos se encuentran empresa de viajes de aventura, geólogos, equipos de arqueólogos que los utilizan recientemente, por ejemplo, para estudiar la destrucción de montículos de tierra prehistóricos por el avance de la agricultura en Asia Central, etc.
“El gobierno de Estados Unidos fue otro gran comprador. Los analistas de inteligencia utilizaron los mapas soviéticos en Afganistán en la década de 2000”, dice Ray Milefsky, ex geógrafo y analista geoespacial en Defense Mapping Agency de los militares de Estados Unidos (que ahora se llama la National Geospatial-Intelligence Agency). Milefsky más tarde se trasladó al Departamento de Estado, donde se especializó en la determinación de que las fronteras internacionales que se debían trazar en los mapas oficiales del gobierno. “Los mapas soviéticos eran y siguen siendo una de las mejores fuentes, las líneas de contorno en los mapas soviéticos son tan precisas porque los cartógrafos volvieron a los tratados originales y reconciliaron los hitos que se citaban allí con informes de las encuestas y los indicadores de límites en el terreno. La primera vez que lo conseguimos fue una mina de oro, especialmente para la alineación de los límites de las antiguas repúblicas soviéticas, dice Milefsky”(Miller, G. 2015).
Los mapas militares se distinguen del resto en que en el margen superior derecho aparece la palabra СЕКРТНО (Secreto), en los planos urbanos que disponemos sólo aparece en los de la primera edición (excepto en el de Córdoba) donde aparece tachado a lápiz y con la abreviatura a mano ДСП (Para Uso Oficial). Entre los datos cartográfico, aparece centrado en el margen superior el título, formado con el nombre de la ciudad y el número de la hoja, encima, la máxima jerarquía militar responsable: ГЕНЕРАЛЬНЫЙ ШТАБ (Estado Mayor General) y, debajo, la fecha de compilación de sus datos. En el de Córdoba y los de la segunda edición desaparece el literal de la autoridad militar. El sistema de referencia se recoge en el ángulo superior izquierdo: система координат 1942r (Sistema de coordenadas 1942r) que se corresponde con el datum 1942 Pulkovo7. La proyección es la Gauss-Krüger, que no figura de un modo explícito en las hojas, y que es en realidad una UTM, en la que los ejes se han cambiado. Las coordenadas aparecen en un doble margen graduado: las geográficas en el interior, indicando la longitud respecto Greenwich (к западу от Гринвича) y las de Gauss-Krüger en el exterior. Los margenes llevan además la referencia alfanumérica de la retícula. En el ámbito se marca mediante una cruceta las coordenadas geográficas del punto central de la hoja, y la retícula va informada de cuando en cuando con las coordenadas Gauss-Krüger. En el margen inferior derecho de las hojas de Jerez de la Frontera (ED. 1ª) y Sevilla aparece información sobre la precisión de la hoja: Cредняя ошибка для приведения плана в системе координат 1942 г. ± 50 m (El promedio de error del plano en el sistema de coordenadas 1942 r. ± 50 m).
La escala aparece centrada en el margen inferior expresada en forma numérica (1:10.000), literal (в сантиметре 100 метров) y gráfica con doble graduación en hm y dm. El intervalo de las curvas de nivel puede ser de 2 m, 5 m, 10 m ó 20 m. El relieve se representa además por puntos acotados (que a veces se reducen al punto central o más alto del casco urbano), y veriles y sondas en medio marino. En tierra firmen emplean signos convencionales para indicar bancales y trincheras y en los fondos marinos para destacar la calidad del fondo: arenas, rocas, etc., los ríos más importante se indica la distancia entra las dos orillas en distintos tramos del cauce y en los puentes importantes que los cruzan se indica su longitud y el máximo tonelaje que soporta.
Recogen numerosos elementos planimétricos como líneas de transporte eléctrico o teléfono, en el medio rural el afán por representar las cercas de tapial, piedra seca o cercados con postes y los cultivos arbóreos, ofrece el aspecto de parcelario rústico aparente. Sin embargo la leyenda de símbolos convencionales que presenta cada hoja no dice nada sobre ellos, sólo hablan de las instalaciones o de la función de distintos edificios del casco urbano o núcleos próximos. Se emplean como máximo 10 símbolos que aparecen coloreados creando una capa informativa8. No obstante en el manual de Símbolos del Mapa Topográfico Soviético (Headquarters, Department of The Army, 1958 pag. 89) se recoge la tabla completa de símbolos9. Por último, en todas las hojas de la primera edición de las ciudades andaluzas aparece en el margen inferior derecho el jefe militar soviético responsable de su elaboración:
- Algeciras: Командир части подполковник В. Н. Самсонов 1973: El oficial al mando, el teniente coronel V. Samsonov. (Ed. 1973)
- La Línea-Gibraltar: Командир части майор В. Н. Голиков 1974: El comandante de la unidad, el Mayor V. Golikov. (Ed. 1974)
- San Fernando: Командир части полковник Д. А. Манкевич 1975: El comandante de la unidad Coronel o El oficial al mando, el coronel D. A. Mankiewicz. (Ed. 1975)
- Córdoba: Командир части полковник А. Д.Юдин 1975: El oficial al mando, el coronel A. D.Yudin. (Ed. 1975)
- Granada: Командир части полковник А. Д.Юдин 1975: El oficial al mando, el coronel A. D.Yudin. (Ed. 1975)
- Sevilla: Командир части подполковник Г.Ф. Шаповалов 1977: El oficial al mando, el teniente coronel G. F. Shapovalov. (Ed. 1977)
- Cádiz: Командир части подполковник Г.Ф. Шаповалов 1977: El oficial al mando, el teniente coronel G. F. Shapovalov. (Ed. 1977)
- Jerez: Командир части подполковник Г.Ф. Шаповалов 1977: El oficial al mando, el teniente coronel G. F. Shapovalov. (Ed. 1977)
- Málaga: Командир части полковник А. Д.Юдин 1978: El oficial al mando, el coronel A. D.Yudin. (Ed. 1978)
Contenido: La información literal de los planos urbanos
La información cartográfica que contienen los planos urbanos se complementa con una serie de índices y una información textual sobre la ciudad y el territorio que nos hace recordar las mencionadas guías militares de la Segunda Guerra Mundial, donde además de marcar los objetivos militares, facilitan y ayudan a comprender los nuevos territorios sobre los que se realizarían las operaciones militares. Pero un análisis más detenido sorprende la descripción tan detenida y precisa. Alexandre J. Kent piensa que los soviéticos utilizaron los planos urbanos aproximándose al sentido de los modernos sistemas de información geográfica, “Es casi como un repositorio de inteligencia, una base de datos donde se puede poner todo lo que sabes acerca de un lugar en los días antes de las computadoras” (Miller, G. 2015).
La mayor parte de las hojas constan de tres secciones: Lista de objetos importantes, Lista de nombres de calles (ambas con referencias alfanuméricas al plano) y, la última y más extensa, el Resumen. El número de objetivos o el número de calles varían para cada ciudad, Así, el mayor es el de Gibraltar-La Línea (118) seguido del de Granada (60) y Sevilla (58), La lista de nombres de calles más amplia, con diferencia, es la de Sevilla seguida de Córdoba, en cambio el de San Fernando carece del listado con nombre de calles.
La tercera sección, el Resumen, consta de cinco apartados: Información general, Alrededores de la Ciudad, Las zonas urbanas, Instalaciones industriales y de transporte y Los Servicios Municipales y Centro de Salud y Electricidad. En la primera se recoge una descripción geográfica, rasgos generales del medio físico, característica meteorológicas y ciclo anual, régimen de mareas, cauces fluviales de los principales ríos y sus periodos de crecida y estiaje, distancias con otras ciudades o puntos geoestratégicos, como Gibraltar etc.
El relieve se describe en Málaga con las altitudes máximas, medias y las pendientes en grados (entre 10º y 20º). Los valles de los ríos se describen mediante su anchura, profundidad, pendientes y tipo de materiales (margas, arcillas, etc.); en la desembocadura, su anchura, profundidad y calidad de sus fondos (arenosos o de rocas), si están canalizados. En el medio rural, tipo de vegetación natural, tipos de cultivos, canalizaciones de riego, etc. Red de caminos rurales, calidad del firmen y como se comporta en periodos de lluvia; red de carreteras, anchura, tipo de firme, los puentes y los materiales empleados en su construcción, anchura y tonelaje que soportan. Red de ferrocarril. Red de transporte de electricidad, subestaciones, oleoductos. Longitud de las playas, anchura, profundidad marina en función a la distancia de la línea de costa, alturas de la mareas, máximas y mínimas, calidad de los fondos, dirección predominante de los vientos…
De los núcleos urbanos, se ofrece el número de habitantes del último censo, se describe la anchura de sus calles, tipo de pavimento, calidad constructiva de las edificaciones, materiales, grosor de los muros, tamaño de huecos en facha, etc; si disponen de sótano o bodega. Concentración o dispersión de los edificios administrativos, religiosos o militares. Transporte público. El puerto y su actividad principal. Por último se describe el sector industrial, tipos de industria que lo forman y su distribución espacial. En el texto se intercala con frecuencia referencia numérica al volumen que, suponemos, contiene la información del que se extrae el dato y donde se puede ampliar la información (об. 20) => (vol. 20).
Interrogantes: ¿Cómo se levantó el mapa: satélites de observación, fotogrametría, guías turísticas, cartografía preexistente…?
Los militares soviéticos cartografiaron el mundo, pero pocos han visto estos mapas hasta ahora. Dada la tecnología de la época, los mapas soviéticos son increíblemente precisos, incluso en la actualidad. Se plantean numerosos interrogantes, a los que sólo el estudio de los especialistas o la desclasificación de sus secretos nos permitirá obtener respuestas y conocer en toda su dimensión este colosal proyecto.
Estos interrogantes se resumen, fundamentalmente en la técnica que se empleó para levantar la cartografía, más concretamente las de escala de detalle como los planos urbanos, y cómo se recopiló tanta información sobre la ciudad y sobre sus alrededores que, como ya se ha dicho, no se reduce sólo a la que contiene el plano sino además a la que se cita y se organizada en varios volúmenes.
La cartografía territorial a 1:100.000 ó 1:200.000 de Andalucía del Uso 29 que se levanta en 1969 y 1980 se pudo levantar como cartografía derivada a partir del MTN 1:50.000 del Instituto Geográfico Nacional, como ya lo habían hecho otras potencias militares unas décadas antes, o bien como referencia y apoyo para “restituir” las fotografía aéreas. Efectivamente, estas técnicas se recogen en el Anexo III del Technical Manual 30-548 (1958) donde se extrae la información literal, que contienen las hojas de algunos mapas soviéticos (medianas y pequeñas escala) relativos a como fueron hechos: “Mapa elaborado a partir de todas las fuentes disponibles a partir de (fecha)” o “El mapa representa una ampliación de la hoja (escala)”; otro son mapas croquizados o esquemáticos: “Mapa elaborado en forma de diagrama” y por último: “Mapa elaborado por el método estéreo-fotogramétrico” que el Army Map Service ya utilizaba para actualizar los mapas españoles desde veinte años atrás.
Los Estados Unidos consiguió volar la Península Ibérica desde 1945-46, realizando la conocida Serie A del vuelo americano (ca. 1:43.000). Pero la Unión Soviética tuvo vetado el espacio aéreo de Europa occidental desde mediados del siglo pasado, sólo les quedaba el “espacio exterior”. El Sputnik 1 es lazado el 4 de octubre de 1957, el primer satélite artificial que inicia la era de la observación de la Tierra desde el Espacio. A partir de 1965, las antiguas plataformas de combate son reconvertidas para los lanzamientos espaciales y se inician los lanzamientos sistemáticos de los satélites Zenit (Zenit-2M, Zenit-4, Zenit-4MK, Zenit-4MT y Zenit-8)10 portadores de cámaras fotográficas aunque para la opinión pública fueran satélites meteorológicos (Hendrickx, B. 2013).
La precisión de los planos urbanos a escala 1:10.000 no se puede justificar si no están hecho mediante fotogrametría o son copia de planos preexistentes que, en el caso de Andalucía, sólo Sevilla disponía de un mapa topográfico 1:10.000: el Plano Director de la Cartografía Militar de España 1:10.000 (Sevilla 1961). Los planos urbanos andaluces y por extensión de españoles se debieron levantar mediante las fotografía obtenidas por los satélites Zenit11, ya que a partir del Zenit-4MT (primer lanzamiento 1971) obtienen fotografía topográfica, incorporan una cámara topográfica SA-106, con un altímetro láser y con un aparato con Efecto Doppler. Esto explica que en la gráfica de la pagina 9, haya un notable incremento de planos urbanos que se publican a partir de esa fecha. Y por último, el Zenit-8 (1984) que fue pensado específicamente para la fotografía cartográfica militar. No obstante quedan pendientes algunas interrogantes como la necesidad de puntos de apoyo para la restitución fotogramétrica, batimetría marina, etc. y cómo se levantaron los planos de las ciudades francesas, inglesas, alemanas o la de los Estados Unidos (1949-1958) hasta que lanzan los primeros satélites.
John Davies ha encontrado, por ejemplo, que las cotas de los mapas de Gran Bretaña a menudo aparecen exactamente en los mismos puntos y funcionan como equivalentes métricas exactas de las unidades británicas. Por lo tanto, para hacer estos mapas de territorio extranjero, los soviéticos comenzaron con los mapas oficiales, a disposición del público a partir de fuentes como Ordnance Survey o el Servicio Geológico de Estados Unidos. Debido a estas similitudes, el Ordnance Survey ha mantenido durante mucho tiempo que los mapas soviéticos violan sus derechos de autor. Lo mismo ocurre con los mapas realizados por el Servicio Geológico de Estados Unidos, pero en este caso los mapas son de dominio público.
La copiosa información literal de los planos se podían haber cubierto mediante guías turistas en las que se identifican los principales edificios, su función, cronología de la edificación, servicios urbanos de transporte, incluso aportan información sobre la climatología de zona y algunos datos de interés de los alrededores de la ciudad, etc; pero un análisis más detenido y la coherencia de todos los datos apunta a una recogida sistemática de información mediante un reconocimiento por comisionados militares. Las dimensiones de este acopio de información tardaremos en conocerla debido hermeticidad de Rusia en estos temas militares y clasificados ante la falta de distensión con Occidente.
La cartografía tiene también un importante y rico repertorio toponímico, que es enriquecido con el callejero, aunque con un nivel diverso de cobertura. Este último es un elemento sorprendente, pues las agencias cartográficas de España (IGN) y de Andalucía (IECA), no se dotaron de un callejero hasta entrado el nuevo milenio, y solo los ayuntamientos y el catastro contaban con cartografía con callejeros, si bien con un nivel muy desigual de actualización.
Alex Kent piensa que los soviéticos utilizaron los mapas de manera más amplia: “Se las arreglaron para convertir toda esa información en algo claro y bien presentado (…) Hay capas de jerarquía visual, lo que es importante se destaca y lo que no se atenúa. Hay mucho que los cartógrafos modernos podrían aprender de la forma en que se hicieron estos mapas “. “Estéticamente, los mapas son sorprendentes, si no bellos. Los cartógrafos que los hicieron llevaron su trabajo con tremendo orgullo, hasta los últimos detalles”.
Por todo lo dicho, mantenemos la afirmación con la que comenzamos estas líneas, los cartógrafos soviéticos que hicieron estas “herramientas para la guerra”, los planos militares urbanos, llegaron a hacer a la vez unas verdaderas “joyas” de la cartografía impresa de las aún quedan por desvelar numerosas facetas.
Notas
1. Según David Watt, cartotecarios de la biblioteca del Ministerio de Defensa del Reino Unido, el programa involucró a decenas de miles de agrimensores y topógrafos, y cientos de cartógrafos y geodestas.
3. El de Bilbao, Santiago de Compostela y Valladolid se editados en 1974.
4. Junto a los de Alicante, Badajoz, Barcelona-Badalona-Hospitalet, Lleida, Pamplona, Salamanca y Vigo, editados en 1975, y el de Lugo en 1976.
5. Igual que A Coruña, Pontevedra y León editados en 1977.
6. Junto a Cartagena, Murcia, Oviedo, Sabadell, San Sebastián y Santander, en 1978.
7. El elipsoide es Krassovsky, la proyección Gauss-Krüger y sus coordenadas se denomina “Coordenadas de Cuadrícula”, por ser el cuadriculado la base en que se apoya el sistema de proyección plana conforme.
8. Se distinguen elementos de interés militar: “Objetivos militar-industrial y edificios singulares”, como zonas industriales, estaciones de ferrocarril (coloreadas en negro); “objetivos militares, objetivos de comunicación y edificios singulares”, como instalaciones militares, depósitos de combustible y centros de telecomunicaciones (en azul); y “oficinas administrativas del distrito gubernamental”, edificios oficiales (carmesí). También se distinguen los cuarteles en proyecto y los barrios densamente construidos con edificaciones en altura.
Bibliografía
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http://www.bis-space.com/belgium/wp-content/uploads/2015/05/plesetsk2.pdf
Fajardo de la Fuente, A. (2016): “Origen y funciones estratégicas de las bases e instalaciones militares norteamericanas en Andalucía”. Andalucía en la História (Número en preparación).
Headquarters, Department of The Army (1958): Technical Manual 30-548. Soviet Topographic Map Symbols. Washington 25, D.C.
Miller, Greg (2015): “Inside the Secret World of Russia’s Cold War Mapmakers”. WIRED. July 2015
http://www.wired.com/2015/07/secret-cold-war-maps/ [2016].
Kent, A. J. (2013): “Hot Geospatial Intelligence From A Cold War. The Soviet Military Mapping Of Towns And Cities”. Taylor & Francis Informa Ltd Registered in England and Wales Registered Number: 1072954.
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Kent, A. J. ; Davies, J. (2013): “Hot Geospatial Intelligence From A Cold War. The Soviet Military Mapping Of Towns And Cities”. Asociación Internacional de Cartografia 2013
Urteaga, L. y Nadal, F. (2001): “Las series del mapa topográfico de España a escala 1:50.000”. Madrid : Centro Nacional de Información Geográfica.
Anexo informativo
Wired es una revista mensual estadounidense que existe desde 1993 y un sitio web de noticias homónimo.2 Wiredtrata de reflejar la manera en que la tecnología afecta a la cultura, a la educación, a la economía y a la política. La revista es propiedad de la editorial Condé Nast Publications y se publica en San Francisco, California, USA.
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OMNIMAP es una tienda de mapas on-line de mapas del mundo en papel y digital, su especialidad son los mapas internacionales y ofrecen mapas topográficos, mapas de viajes y mapas murales de casi todos los países y regiones del mundo. Russell Guy es Vicepresidente de Omnimap
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East View Geospatial la sede de la empresa se encuentra en el estado de Minnesota, USA. El director general es Kent Lee.
http://geospatial.com/products/countries/spain-esp/
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https://www.karsuveikals.lv/en/
Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya. Cartoteca Digital del Institut, en la colección Mapas de España (s. XV-XX).
http://cartotecadigital.icc.cat
Stanford University, Stanford, California, USA 94305. (650) 723-2300
http://library.stanford.edu/libraries
Satélites Zenit. Los primeros Zenit (1961) llevaban cámaras de fotos que tenían 1500 rollos de película y cada 200 kilómetros, se tomaba una imagen de 60 km², con una resolución de imágenes de 10-15 m. El Zenit-4 lanzado a partir de 1963, se cree, que llevaba una cámara con una resolución de imágenes alrededor de 1-2 m. El Zenit-4MK (1970) fue diseñado específicamente para volar en órbitas más bajas para mejorar la resolución de la imagen. Diversas fuentes afirman que fueron concebidos con dispositivos para compensar la fricción aerodinámica y para soportar los efectos de la temperatura de las diversas capas de la atmósfera. El Zenit-4MT (1971) está pensado para la fotografía topográfica, incluía una cámara topográfica SA-106, un altímetro láser y un aparato con Efecto Doppler. El último modelo fue el Zenit-8 (1984) fue pensado para la fotografía cartográfica militar, este modelo fue renombrado con el nombre “Resurs”. El éxito de las primeras misiones de la serie fue regular, de 81 lanzamientos del Zenit 2, 58 fueron correctos y 11 fueron terminados con éxito, pero presentando pequeños fallos y se dieron 12 misiones por perdidas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Zenit
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