Según Beatriz Abella Villar (2012), una exposición puede entenderse como “el medio o procedimiento más cuidado para comunicar al público el contenido de los saberes de su colección o el mensaje de sus intenciones programáticas. La exposición es el instrumento privilegiado para desarrollar los intereses difusores y comunicativos”.

Apoyándonos en esta idea, el equipo del Servicio de Documentación Geográfica del IGN ha querido contribuir a la difusión de los fondos cartográficos de los que se dispone tanto en el Archivo Topográfico como en la Cartoteca del Instituto a través de varias exposiciones que se han ido sucediendo desde el año 2013.

La idea de crear una sala de exposiciones surge a partir de la primera exposición del IGN: “Tesoros cartográficos”, en el año 2013. Esta fue una exposición temporal cuyo objetivo era mostrar y dar a conocer una pequeña parte de los fondos cartográficos y bibliográficos de los que consta la Cartoteca y el Archivo del IGN. Estaba especialmente dirigida al personal del IGN-CNIG, de manera que todos conociesen el gran valor de la documentación que se conservaba en la institución en la que trabajaba.

Tras el éxito obtenido con esta exposición surgió la idea de habilitar un espacio permanente para acoger exposiciones de forma anual: la sala de exposiciones. El histórico de exposiciones llevadas a cabo por el Servicio de Documentación Geográfica del IGN en la Sala de exposiciones es:

  • Tesoros cartográficos (año 2013)
  • Cartografía en los comienzos del IGN (año 2014)
  • Cartografía del siglo XVIII (año 2015)
  • Los mapas en la época de Cervantes (año 2016)
  • Ecúmene: la evolución de la imagen del mundo (año 2017)
  • De Iberia a España a través de los mapas (año 2018)

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Figura 1.
Cartel de la exposición inaugurada en abril de 2018: “De Iberia a España a través de los mapas”.
Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

La temática de la última exposición “De Iberia a España a través de los mapas” ha sido elegida porque entendemos que la difusión de los fondos cartográficos que representan el territorio español a lo largo de la historia es una responsabilidad divulgativa que adoptamos como institución pública. Además, creemos importante la puesta en valor de la cartografía antigua como base para la divulgación científica/educativa de nuestro patrimonio cartográfico. Se trata de una exposición documental, íntimamente ligada al valor informativo o científico de los objetos; un escaparate de lo que se conserva en el fondo documental del IGN sumado a las nuevas adquisiciones.

Si bien el título de esta exposición hace referencia a España, el marco espacial que se representa en esta exposición es la península ibérica, lo que hoy en día constituye parte de España y Portugal. De esta forma, esta exposición resulta también interesante para tratar la evolución de la imagen de Portugal. Sobre la península ibérica cabe destacar que “este singular apéndice europeo adquiere, como península, una consideración específica en los atlas y mapas que representan porciones de Europa”, y que “su paulatina representación gráfica responde a unas concepciones primeramente geográficas y, más tarde, también políticas” (Hernando, 1995: 70), por lo que resulta especialmente interesante observar la evolución de la imagen y la representación de la península a lo largo del tiempo.

La sala de exposiciones es de reducido tamaño, con una superficie de 80m2, por lo que se hace imprescindible realizar una selección exhaustiva de las obras a exponer, ya sea por su relevancia histórica o su interés artístico o socio-cultural, de tal manera que abarque todo el periodo del cual estamos tratando y sea lo más representativo de cada una de las secciones que queremos resaltar. La cartografía y la documentación se distribuye en diferentes tipos de vitrinas, urnas, marcos, etc., con el fin de mostrar al visitante las obras de la mejor manera posible y cuidando su conservación.

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Figura 2. Panorámica de la sala de exposiciones del IGN. Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Teniendo en cuenta estas disposiciones generales en cuanto a la temática de la exposición, su marco espacial, el reducido tamaño de la sala y la forma en la que se distribuye la documentación y la cartografía, se procedió a organizar las distintas secciones en las que se divide la exposición.

1. Contenido de la exposición

Esta exposición es temática, es decir, parte de una línea argumental (la evolución conceptual de la imagen de la península ibérica) y recurre a los objetos (documentos cartográficos) para ilustrar el tema. Se concibe desde el punto de vista de la identificación de las cualidades cartográficas del mapa hasta el estudio de la sociedad que lo produce. “Todo mapa combina, sintetiza y revela las señas de identidad de una cultura y sociedad, como son conocimientos científicos, desarrollo tecnológico, y unas sensibilidades o valores estéticos” (Hernando, 1995: 72).

La cronología de esta exposición abarca desde la Iberia de los griegos hasta la división provincial de España de 1833, establecida por el entonces ministro de Fomento Javier de Burgos, unas décadas antes de la fundación del IGN en 1870.

1.1. Secciones
La exposición se ha organizado en secciones atendiendo a un criterio temporal que pasamos a explicar a continuación. De esta forma, se enmarca en un contexto histórico la cartografía que se expone.

Primeras Referencias de la Península
Desde la Antigüedad, las primeras civilizaciones consideraron a la península como las tierras más remotas de Occidente. El límite de las tierras conocidas eran las legendarias Columnas de Hércules, de origen mitológico, referido en la Antigüedad a los promontorios que flanquean el Estrecho de Gibraltar.

La Biblia y otros textos semíticos hacían ya referencia a Tarsis, la legendaria Tartessos, considerada la primera civilización de Occidente situada en el suroeste peninsular, con la que primero fenicios, y luego griegos, comerciarían. Tartessos era considerado El Dorado de la época, por su gran progreso económico y sociocultural.

Los fenicios de Tiro (ciudad-estado del actual Líbano), excelentes navegantes, se extendieron por todo el Mediterráneo occidental durante el primer milenio a.C. y fundaron la primera ciudad de Occidente: Gades-Gadir (Cádiz) y establecieron una estrecha relación comercial, basada sobre todo en los metales preciosos, con los tartesios. Los fenicios, en sus expediciones, llegaron hasta las islas Afortunadas (archipiélago de las Canarias), la costa Atlántica de Marruecos y las Casitérides, de donde los tartesios obtenían el estaño.

Los griegos, desde el siglo IX a.C., en sus expediciones comerciales por Occidente, se establecieron en el levante peninsular de lo que para ellos era Iberia, derivado del topónimo original del río Ebro: Iber. Según el historiador Heródoto, a mediados del siglo VII a.C., el primer griego en cruzar las Columnas de Hércules y llegar a Tartessos fue Coleo de Samos, que vuelve a la Hélade (Grecia) cargado de grandes riquezas. Además, los griegos situaban en la península el Jardín de las Hespérides, un paraíso protegido por las mélides y donde se ponía el sol.

España en la época romana
La Iberia púnica (así llamada por fenicios y cartagineses), dio paso a la Hispania romana. Los colonizadores y conquistadores se suceden en la antigüedad peninsular y es del exterior de donde proceden las denominaciones a este territorio extremo del mundo conocido. Las fuentes latinas utilizaron el término Hispania, de posible origen fenicio-cartaginés, derivado de la palabra spny “costa del norte”, para referirse a la península. Tras la derrota cartaginesa, Roma se expande por la península ibérica pero fue recibida por una feroz resistencia por parte de las tribus ibéricas.

Durante la República Romana, Hispania fue dividida en 2 provincias: Hispania Citerior (España Cercana) e Hispania Ulterior (España Lejana). Durante el reinado de Augusto las últimas zonas tribales de Hispania fueron conquistadas y se volvió a dividir administrativamente la península en 3 provincias: Lusitania en el Oeste, Baetica en el Sur, Tarraconensis en el resto de la península y las Islas Baleares. Hispania pasó a convertirse en una de las regiones más importantes del Imperio Romano, pero poca cartografía llegó a nuestras manos de esa época.

Posteriormente, en el siglo II, Claudio Ptolomeo con su obra “Cosmographia” revolucionará la cartografía. Puesto que no han llegado a nuestros días documentos gráficos producidos directamente por Ptolomeo, esta exposición muestra representaciones de su obra cuando se redescubre la “Cosmographia” en el Renacimiento.

Los mapas de los Beatos
A finales del siglo VIII, Beato de Liébana, un monje benedictino español, elaboró el “Comentario del Apocalipsis” en el monasterio de San Martín de Turieno (Santo Toribio de Liébana). A pesar de que la obra no nos ha llegado en su estado original, es conocida por las numerosas copias que se hicieron en los siglos posteriores. Los Beatos son ensalzados por sus expresivas ilustraciones, entre las que destaca la imagen del mapamundi que representa el mundo al que fueron enviados los apóstoles para evangelizar. Esta imagen cristiana del mundo experimentó una evolución a medida que el manuscrito se fue copiando y editando entre los siglos X y XIII. Actualmente se conservan catorce mapamundis a las que se pueden sumar otras copias cartográficas derivadas o emparentadas con ellos. En estos mapas, de T en O, aparecen Europa, África, Asia y un cuarto continente denominado Terra incógnita de los antípodas. En estos Beatos, orientados al Este, figuran tanto la península ibérica como las islas Afortunadas (Canarias), inmersas en ese Océano que en la mentalidad medieval rodeaba el mundo. (Sáenz-López, 2014)

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Figura 3. Mapamundi del Beato del Burgo de Osma. Beato de Liébana; monjes Pedro y Martino, 1086. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, A-133.

Las cartas náuticas s.XV
En el siglo XII, como consecuencia del auge del comercio en el Mediterráneo, se produce un desarrollo en la navegación. Además, la introducción en Europa de la brújula, inventada en China siglos antes, combinada con otras ayudas a la navegación, hizo posible navegar directamente de un puerto a otro sin rodear la costa, por lo que surgen los portulanos y las cartas náuticas o de marear. En las cartas náuticas los contornos de la península y del resto de la línea de costa se trazan con mayor precisión y su producción quedó vinculada a las principales ciudades portuarias como Mallorca, Génova o Venecia. Lo que estos mapas representaban era el mundo desde una perspectiva enciclopédica que atendía a cuestiones geográficas, políticas, económicas, sociales, culturales y religiosas.

Estas representaciones no están faltas de inexactitudes y errores, entre otras cosas, para no facilitar demasiado el camino en nuevas rutas comerciales a potencias extranjeras. Además, aunque ponen de relieve el interés del hombre de la Edad Media occidental por conocer otras culturas y creencias, se hace patente el limitado conocimiento que Occidente tenía especialmente de aquellos cultos que le resultaban más ajenos. Las cartas náuticas que se conservan en la actualidad corresponden a las versiones lujosas o «de salón»: se enriquecía el mapa con imágenes religiosas y se utilizaban materiales como el oro y la plata. Se elaboraban utilizando pieles de animales como soporte, por ser un material resistente a la humedad. (Sáenz-López, 2012)

Globo terráqueo
El de Martín Behaim (1492), es el globo terráqueo más antiguo que se conserva, una visión del mundo anterior al descubrimiento de América y la primera representación de España en un globo. Se trata del único globo terráqueo de la exposición.

Los manuscritos de lujo de la Geographia (s.XV)
A mediados del siglo XV comenzaron a aparecer en Florencia lujosos manuscritos de la Geographia (entonces renombrada como Cosmographia) de Ptolomeo. En el ambiente de renovado interés por el conocimiento antiguo característico del inicio del Renacimiento, la versión de lujo de la Geographia no podía faltar en la biblioteca de personajes ilustres de alto poder adquisitivo, nobles e incluso papas como símbolo de estatus social, ya que incluso se personalizaban con dedicatorias y escudos de armas. Estos códices eran cuidadosamente elaborados con materiales muy valiosos como la vitela o el pergamino e incluían elementos gráficos en oro y plata, además de estar espectacularmente encuadernados. La aparición de la imprenta terminaría por hacer decaer la demanda de ellos a finales del siglo XV.

La Hispania Ptolemaica y las tábulas modernas (s. XV-XVI)
El Renacimiento retornó a la visión científica de la cartografía y, tomando como base la Geographia de Ptolomeo, comenzó a corregir los errores que se arrastraban desde antiguo. En la reproducción del Códice Magliabechiano XIII de Henricus Martellus Germanus (1480), que se muestra en la exposición, se puede observar el mapa moderno de España más fiel al original que sirvió de modelo a los prototipos de mapas que han llegado a nuestros días.

En esta exposición también se muestra un facsímil de la Geographia de Ulm (Alemania), que el primer mapa impreso de la península ibérica, con la silueta moderna de la península.

Aunque la Geographia de Ptolomeo fue adoptada como doctrina cartográfica oficial en los círculos renacentistas desde su traducción al latín en 1406, pronto empezaron a observarse discrepancias importantes entre los mapas ptolemaicos y la información geográfica conocida a partir de fuentes más actuales. Así surgieron las llamadas tabulae modernae o novae (mapas modernos o nuevos), que delineaban de manera más acorde a la realidad algunos de los mapas de Ptolomeo, conforme a la información más reciente procedente, en gran medida, de las cartas portulanas utilizadas para navegar por el Mediterráneo. Desde 1466 se empezó a incluir de forma habitual en la Geographia un número creciente de mapas modernos, entre los que siempre figuró el de la península ibérica.

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Figura 4. Tabula Secunda Europe. Martin Waldseemüller, 1513. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 32-D-47.

La cartografía española en los siglos XVI y XVII
La necesidad de contar con mapas detallados del mundo, por el aumento de los viajes de exploración, propició el desarrollo de la cartografía en Europa. En el caso de España, el esfuerzo cartográfico estaba centrado en la descripción de las nuevas tierras ultramarinas recientemente descubiertas, información secreta que puntualmente quedaba reflejaba en el Padrón Real. Este hecho, unido a que el núcleo más brillante de la producción cartográfica europea en esos dos siglos estuviera situado en los Países Bajos españoles, produjo un vacío en la producción cartográfica española.

Pero la península ibérica estará presente en los magníficos atlas flamencos, a veces realizados por cartógrafos directamente relacionados con la corona española, como Abraham Ortelius, cosmógrafo real de Felipe II, o Gerard Mercator. Éste último llegó a ser autor de renombre universal debido a la invención de la célebre proyección que lleva su nombre, y por la confección del Atlas Sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica mundi et fabricati figura, obra que legó a la posteridad el uso del término Atlas para designar a la colección de mapas o planos encuadernados.

También destaca la elaboración de vistas de ciudades llevada cabo por dos pintores flamencos nacidos en Amberes: Anton van den Wyngaerde y Joris Hoefnagel. Muchas de sus vistas, entre las que se incluyen muchas españolas, figuraron en el famoso atlas de ciudades publicado en 1572 por Georg Braun: Civitates Orbis Terrarum.

A finales del siglo XVI, la importancia como centro productor de cartografía pasó de Amberes (Flandes), a Ámsterdam: Lucas Jansz Waghenaer, destacó en la producción de cartografía náutica; Jodocus Hondius, estableció en 1593 un taller cartográfico utilizando los fondos y planchas de Mercator; y la familia Blaeu, destacó por la realización y venta de globos, cartas náuticas, mapas terrestres, atlas, etc.

Atlas en gran formato (s.XVII): Geographia Blaviana
La Geographia Blaviana o Atlas Maior es uno de los atlas holandeses más remarcables. Representa el conocimiento geográfico del mundo en la mitad del siglo XVII. Se hicieron varias ediciones en varios idiomas y consta de once volúmenes, de los que se exponen tres.

Atlas de bolsillo (siglos XVI-XVII)
La aparición en 1570 del primer atlas moderno, el Theatrum Orbis Terrarum, de Ortelius, generó una gran demanda de este tipo de obras lo que, junto a su formato, encuadernación e iluminación, encareció notablemente su precio y lo hacía inasequible para el público general. En 1577 se imprimió el primer atlas en miniatura o de bolsillo con el objetivo de reducir su precio y llegar a un público más amplio, que también demandaba las incesantes novedades geográficas del momento. Entre 1577 y mediados del siglo XVII se publicaron diversas versiones resumidas y en formato reducido de los más famosos atlas del momento (por ejemplo, el propio Theatrum de Ortelius bajo el título de Epitome o Enchiridion, o el Atlas de Mercator y Hondius con el título de Atlas Minor).

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Figura 5. Theatri Orbis Terrarum Enchiridion. Philippe Galle; Abraham Ortelius, 1585. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 912-306.

Los atlas de bolsillo, en correspondencia con los modelos de mayor formato de los que procedían, podían contener mapas de cobertura mundial, continental o incluso regional, por lo que se puede encontrar a España en el contexto del mundo, de Europa o dividida en mapas regionales.

Mapas orlados s.XVII
Willen Janszoon, el creador de la firma Blaeu, fue uno de los primeros editores que publicaron mapas con orlas decorativas compuestas por figuras de personajes ataviados con trajes de la época y por planos y vistas de ciudades procedentes del Civitates. En esta sección se muestran varios de estos mapas orlados.

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Figura 6. Nova et accurata Tabula Hispaniae. Johannis Visscher, 1623. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 13-E-9.

Siglos XVIII y XIX
En el siglo XVIII sobresale la cartografía francesa, siendo los cartógrafos franceses los mejores del momento. La exactitud de sus mapas radica en el uso de la astronomía, que permite fijar con precisión puntos de la Tierra. Destacan geógrafos como Guillaume de L’Isle, Nolin o Robert de Vaugondy. En España, con la nueva monarquía se registra una gran cantidad de mapas procedentes de estos cartógrafos y se observa la falta de un mapa general de la península e islas adyacentes, que no llegó a materializarse hasta un siglo más tarde.

Con la Ilustración, se fundan instituciones científicas para un conocimiento más preciso del territorio. La Academia de Guardiamarinas de Cádiz se crea en 1717, de la que Vicente Tofiño, pionero en la medición de las costas con métodos astronómicos, fue director. La cartografía hidrográfica experimenta un gran desarrollo en las costas peninsulares y americanas.  Fruto de los intensos trabajos hidrográficos realizados en las expediciones científicas de Malaspina y por otros marinos españoles se funda en 1797 la Dirección de Trabajos Hidrográficos para coordinar y sistematizar la producción cartográfica.

Con el fin de determinar la figura de la Tierra, la Academia de Ciencias francesa impulsó una expedición para medir el arco de grado de meridiano, de la que Jorge Juan y Antonio de Ulloa formaron parte. Además, debido a la falta de grabadores, Tomás López y Juan de la Cruz Cano son enviados a París para formarse en el grabado y dibujo de mapas. La obra de Tomás López, sobre todo,  llenó un vacío existente en la cartografía española, llevando a cabo la primera obra cartográfico-administrativa de España en el s. XVIII en la que estaba presente la nueva organización administrativa del territorio español, reflejando en sus mapas las divisiones civiles, eclesiásticas y jurisdiccionales en aquella época.

Cartas náuticas (siglos XVIII-XIX)
Predominan las obras de cartografía francesa del siglo XVIII. En esta sección se encuentra una de las cartas náuticas del Atlas Marítimo de España de Vicente Tofiño, pionero en la medición de las costas con métodos astronómicos.

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Figura 7. Plano de la Plaza y Puerto de San Sebastián, en Atlas Marítimo de España. Vicente Tofiño, 1788. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 44-I-33.

Vistas topográficas
En esta sección se incluyen vistas topográficas de varias ciudades y lugares de España.

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Figura 8. Bilvao, en Civitates Orbis Terrarum. Georg Braun; Franz Hogenberg, 1575. Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 13-C-66.

España no peninsular
Aquí se agrupa cartografía referente al territorio español que no forma parte de la península ibérica: islas Canarias, Baleares, Ceuta, Melilla, etc. Quizá la pieza más importante de la exposición por relevancia histórica es el Islario de Benedetto Bordone, mostrado en esta exposición. Es el segundo islario impreso de la historia y en el que aparecen los primeros mapas impresos de muchas islas como el archipiélago canario, las Baleares y la isla de Cád

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Figura 9. Isolario di Benedetto Bordone. Benedetto Bordone, 1534 (1528). Fuente: Fondos cartográficos del IGN, 912-365.

1.2. Catálogo
En la siguiente tabla de contenido se detallan las obras expuestas agrupadas en las secciones en las que se divide la exposición, tal y como se muestra en el catálogo.

Sección Título Autor/es Fecha Signatura
Primeras referencias
a la península
Nieuwe Paskaart van de Kust van Hispania Johannes Van Keulen, Claes Jansz Vooght 1695 42-A-42
Tabula I Aphricae Laurent Fries (1522) 1525 912-19(25B)
España en la época romana Hispaniae Veteris Descriptio Abraham Ortelius 1586 13-D-10
Los mapas de los
beatos
Mapamundi del Beato del Burgo de Osma Beato de Liébana 1086 A-133
Mapamundi del Beato de Gerona Beato de Liébana 975 13-D-54
Mapamundi del Beato de Fernando I y Sancha Beato de Liébana 1047 Vitr/14/2 (BNE)
Mapamundi de Saint-Sever Beato de Liébana 1060 Latin 8878 (BNF)
Mapamundi del Beato de las Huelgas Beato de Liébana 1220 MS M.429 (Pierpont Morgan Library)
Cartas náuticas s.XV Mapamundi Catalán Anónimo 1450 912-369
Carta náutica de Mecià de Viladestes Mecià de Viladestes

1413

 

NC429

 

Atlas Miller Pedro y Jorge Reinel, Lopo Homem, Antonio de Holanda 1519 NC424

Globo terráqueo

 

Erdapfel Martin Behaim 1492  
Los manuscritos de
lujo de la Geographia
(s. XV)

Codex Valentinus

 

Nicolaus Germanus ca. 1458 912-14
Atlas de Borso d’Este Nicolaus Germanus 1466 NC427
Códice Urbinas Latinus 274 Nicolaus Germanus ca. 1470 NC426
Le Petit Ptolémée Bernardo Sylvano de Éboli 1490 NC433

Códice Magliabechiano XIII, 16

 

Henricus Martellus Germanus ca. 1480  
La Hispania ptolemaica
y las tábulas modernas (s.XV-XVI)
Cosmographia Nicolaus Germanus, Johannes Schnitzer, Johannes Reger (1482) 1486 NC425
Tabula Secunda Europe Martin Waldseemüller 1513 32-D-47
Tabula moderna et nova Hispaniae Martin Waldseemüller 1513 32-D-46
Tabula II Europae Laurent Fries 1522 13-D-51
Tabu[la] nova Hispaniae Laurent Fries (1522) 1535 13-D-1
Europae II Tab[ula] Gerardus Mercator (1578) 1698 32-D-45
Hispaniae Nova Describtio [sic] J. Hondius; P. van den Keere 1606 13-C-71
Tabula Europae II Girolamo Ruscelli (1561) 1574 13-D-47
Hispania Nova Tabula Girolamo Ruscelli 1561 32-G-29
Tabula II Europae Giacomo Gastaldi 1548 13-D-53
Hispania Nova Tabula Giacomo Gastaldi 1548 32-G-19
La cartografía española en los siglos XVI y XVII [Mapa de España y Portugal] Paulo di Forlani Veronese 1560 32-D-41
Regni Hispaniae post Omnium editiones locuple[ti]ssima descriptio Abraham Ortelius 1570 11-F-12
Nova Descriptio Hispaniae Gerard de Jode 1578 13-D-50
Hispaniae Nova Describtio [sic] Iudocus Hondius ca. 1606 13-E-7
[La Spagna] Vincenzo Maria Coronelli 1691 22-F-3
Atlas en gran formato
(s. XVII): Geographia Blaviana
Nuevo Atlas de las partes orientales de Europa Joan Blaeu, Willem Blaeu 1659 912-4(tomo08)
Paises Baxos o Belgia Joan Blaeu 1663 912-4(tomo05)
Atlas Minor Nicolaes Visscher 1690 912-4(tomo11)
Atlas de bolsillo
(s. XVI-XVII)
Tabularum Geographicum Contractarum Petrus Bertius 1616 12-D-11, varias signaturas
Theatri Orbis Terrarum Enchiridion Philippe Galle; Abraham Ortelius 1585 912-306
Compendium Geographicum Pedro Teixeira 1627-1634 912-366
Gerardi Mercatoris Atlas sive Cosmographicae Meditationes J. Cloppenburg; P. van de Keere 1632 912-312
Mapas orlados s.XVII Spaine Newly described John Speed 1626 13-D-12
Spaine Newly described John Speed 1626 13-E-8
Nova et accurata Tabula Hispaniae Johannis Visscher 1623 13-E-9
Nova et accurata Tabula Hispaniae Cornelis Danckerts 1640 13-E-10
Siglos XVIII y XIX Novissima et Accuratissima Tabula Reiner y Josua Ottens ca.1710 22-F-1
Espagne et Portugal: Carte Physique Pierre Francois Tardieu ca. 1780 13-C-39
Carte des Royaumes d’Espagne et de Portugal Gilles Robert de Vaugondy 1757 41-K-14
Karte von Spanien Conrad Mannert 1799 32-L-22
Spain John Cary 1813 13-C-58
Espagne et Portugal Conrad Malte-Brum 1837 32-L-20
Mapa General de España y Portugal Pedro Martín de López 1836 12-M-27
Cartas náuticas
(s.XVIII-XIX)
Nouvelle Carte Generalle de la Mer Mediterranée Laurent Bremond; Henri Michelot 1726 12-D-30
Península Ibérica e islas Baleares Mount & Page 1764 12-D-1
Plano de la Plaza y Puerto de San Sebastián Vicente Tofiño 1788 44-I-33
Carta Esférica de las Costas de la Península de España Dirección de Hidrografía 1841 12-M-15
Vistas topográficas Bilvao Georg Braun y Franz Hogenberg 1575 13-C-66
Le Pic de Teneriffe Olfert Drapper 1686 13-C-72
Madrid Autor desconocido 1730 13-C-12
Seconde vue de L’Isle Minorque et d’une partie de la Ville et du Port Mahon Jacques Chereau 1775 32-H-12
Vue prise de la pointe du Môle Nicolas Chapuy 1844 13-C-75
España no peninsular Isolario di Benedetto Bordone Benedetto Bordone 1534 (1528) 912-365
De Minorica Insula Ferrando Bertelli ca. 1565 13-E-16
De Maiorica Insula Ferrando Bertelli ca. 1565 13-E-17
Fessae et Marocchi Mercator 1607 32-D-30
Ceuta I. Peeters 1680-1700 13-C-1
Rade et Ville de Ceute Jacques Nicolás Bellin 1764 S1-35-N-76
Isole Canarie Vicenzo Maria Coronelli 1697 42-I-29

Tabla 1. Catálogo de obras expuestas. Fuente: Instituto Geográfico Nacional. Elaboración propia.

1.3. Tipología del material cartográfico mostrado en la exposición

  • Mapas sueltos: la gran parte de la exposición consiste en     mapas sueltos, se cuentan un total de 52 mapas.
  • Atlas: hay un total de 14 atlas expuestos.
  • Un globo terráqueo.
  • Originales, facsímiles: hay 51 originales y 16 facsímiles.
  • Manuscritos, impresos: se exponen un total de 9 documentos manuscritos. Cabe destacar la importancia de la imprenta como difusor de información cartográfica en serie.

2. Puesta en marcha y logística de la exposición

Como se ha reseñado en la introducción de este trabajo, nuestro objetivo con esta exposición es la de dar a conocer y mostrar al mayor número posible de personas los fondos cartográficos de los que dispone el IGN. Para que esta muestra llegase al público general fue necesario realizar una labor publicitaria de difusión con todos los medios de los que se disponía: redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram), entrevistas radiofónicas y periodísticas, inclusión de una sección dedicada a la sala de exposiciones en la página web del IGN, etc.

En segundo lugar, se facilitan visitas guiadas a través de nuestro correo electrónico (documentacionign@fomento.es). Hasta el momento, nos han visitado colegios, particulares, asociaciones y universidades, resultando el “boca a boca” el más efectivo de nuestros reclamos por su alcance e impacto. En los 6 primeros meses visitaron la exposición 410 personas distribuidas en 30 visitas guiadas y, de momento, hay agendadas 20 visitas hasta abril de 2019.

Además, se han elaborado:

  • un catálogo de la exposición físico y su homólogo digital descargable gratuitamente desde la web del IGN.
  •  el calendario 2019 del IGN-CNIG con imágenes de obras expuestas en esta exposición. Su versión digital también se puede descargar gratuitamente.

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Figura 10. Calendario 2019. “De Iberia a España a través de los mapas”. Fuente: Instituto Geográfico Nacional y Centro Nacional de Información Geográfica..

Ambos, tanto el catálogo como el calendario, se pueden adquirir de forma impresa en la Casa del Mapa del IGN o a través de la tienda virtual (https://www.cnig.es/).

Dado el carácter “no museístico” de esta institución y la escasez de personal disponible para la atención al público del Servicio de Documentación Geográfica del IGN, se limita el horario de apertura de la sala a 2 horas diarias.

3. Conclusiones

La sala de exposiciones nació como una exposición temporal dirigida casi exclusivamente para el personal del IGN, pero ha ido adquiriendo mayor importancia con el paso del tiempo y, actualmente, con la exposición “De Iberia a España a través de los mapas”, se ha conseguido el mayor éxito cosechado hasta la fecha.

El balance de visitas en los primeros seis meses de la exposición está siendo muy positivo, ya que se ha duplicado el número de visitas en comparación con la exposición anterior “Ecúmene: la evolución de la imagen del mundo” (año 2017). Los datos lo avalan: mientras que en la exposición de “Ecúmene” se contabilizaron 150 personas para este primer periodo, la exposición “De Iberia a España a través de los mapas” ya la han visitado 410 personas. En estos años ha crecido exponencialmente el número de reservas para visitas guiadas y llama la atención que cada vez más grupos visiten la sala de exposiciones: colegios, asociaciones, etc. Este aumento significativo de las visitas conlleva varias lecturas:

  • Gracias a la difusión en redes sociales, prensa, el “boca a boca”, etc. se le ha dado una mayor visibilidad a esta exposición. Se constata así que realizar una buena difusión en próximas exposiciones es vital para el éxito de las mismas.
  • Existe un creciente interés de la sociedad por conocer los fondos cartográficos del Instituto Geográfico Nacional. De forma general, es difícil encontrar exposiciones dedicadas exclusivamente a material cartográfico, por lo que la sala de exposiciones del IGN suscita gran interés a aquel público interesado en mapas y cartografía.
  • Es importante elegir una temática cartográfica atractiva, no solo por su contenido sino también por la forma de mostrarla (paneles explicativos organizados en secciones; la realización de un catálogo completo; una estética y un diseño más cuidados, etc.). En definitiva, el concepto de exposición ha ido mejorando en función de la experiencia que ha ido adquiriendo el equipo.

La escasa experiencia del Servicio de Documentación Geográfica del IGN en montaje de exposiciones se ha compensado con la ilusión de un equipo que se ha enfrentado a la tarea de aprender a montar una exposición en un espacio muy reducido. Habría que estudiar cómo gestionar los principales problemas que pudieran surgir en el caso de que recibiéramos más solicitudes de visita de las que pudiéramos atender. Por ejemplo: una sala más grande, un horario ampliado, más personal, etc. Pero realmente no somos un museo. ¿Deberíamos plantearnos crecer en ese sentido siendo el tipo de institución que somos actualmente?

Para finalizar con las conclusiones podemos afirmar que la existencia de una sala de exposiciones dentro del Instituto Geográfico Nacional ha generado un feedback muy positivo entre el Servicio de Documentación Geográfica y el personal de otros servicios o secciones del IGN-CNIG. De esta forma, damos a conocer la labor de la Cartoteca y el Archivo dentro de la institución, al mismo tiempo que participamos en la difusión de fondos cartográficos al público general.

Además, la propia existencia de una sala de exposiciones ha creado iniciativas y ha impulsado otras mejoras dentro del Servicio de Documentación Geográfica. Por ejemplo, a raíz de la exposición de Cervantes (año 2016) se crea el Servicio Web del mapa de Pedro Teixeira. Y, en general, como Servicio, se ha fomentado el trabajo en equipo, se han tejido redes de contacto con otras instituciones, se ha potenciado nuestra labor didáctica, etc.

4. Bibliografía

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